En la Audiencia de Palma se ha confirmado una condena de tres meses de prisión, así como una multa de un mes con una cuota diaria de seis euros para un hombre que le propinó una patada en la rodilla a un vigilante de seguridad de los juzgados de Vía Alemania. El hombre quería ingresar a toda costa al edificio judicial, pero el vigilante lo impidió por se hallaba ebrio. Al negarle el acceso, el hombre reaccionó contra el vigilante, al cual le mostró una actitud despectiva hasta que lo agredió.
El tribunal de la sección segunda ha ratificado íntegramente esta sentencia del juzgado de lo penal número 7 de Palma, el cual condenó al acusado por ser responsable de un delito de resistencia a un agente de la autoridad y un delito por lesiones leves. Además, apreció la circunstancia atenuante de embriaguez.
Según lo que se ha declarado, estos hechos tuvieron lugar sobre las cuatro y media de la tarde del día 26 de septiembre de 2015, cuando el hombre de 56 años, se dirigió a los juzgados de Vía Alemania de Palma, donde manifestó su intención de interponer una denuncia, si bien el vigilante de seguridad que se encontraba haciendo control de acceso, se percató de que el hombre se hallaba bajo la influencia de bebidas alcohólicas, le indicó que en ese estado no podía entrar. Así, le dio que regresara cuando estuviera mejor para que fuera a la Policía a interponer la denuncia. El sospechoso aceptó la indicación y abandonó el lugar.
Pero, horas después sobre las ocho de la tarde, este ciudadano regresó, insistiendo en acceder al juzgado de guardia de Palma. De nuevo, el vigilante de seguridad le negó la entrada, por tal motivo este manifestó su intención de entrar a toda costa. Así, sobrepasó el control de seguridad, pero fue interceptado por el vigilante mientras que el hombre gritaba: “por mis huevos tengo que hablar con el juez”. Después regreso, se encaró con la víctima y tuvo que ser reducido por esta, quien de inmediato pidió auxilio a un guardia civil que en estos momentos custodiaba a los detenidos.
Entre el vigilante de seguridad y el guardia civil trataron de acompañarlo al exterior del edificio, pero el acusado continuaba resistiéndose, mostrando una actitud despectiva y violenta, hasta que en un momento le propinó una patada en la rodilla izquierda al vigilante. Luego de esto, huyó a toda prisa en dirección a Avenidas, pero este fue interceptado y reducido por el perjudicado y el agente.
Debido a esta agresión, el vigilante de seguridad, que renunció a cualquier indemnización, tuvo una contusión en la rodilla que precisó que fuera vista por un médico y que tardó siete días en curar.