La defensa personal es cualquier conjunto de técnicas que tienen como objetivo detener o repeler una acción ofensiva llevada a cabo contra la persona.
Para poder defendernos adecuadamente, poder combatir adecuadamente, o simplemente, para poder aprender la defensa personal con fines personales, es muy necesario que se aprenda una serie de fundamentos básicos, los cuales explicaremos detalladamente a continuación:
Para la gente del común lo primero que se le viene a la mente es el portar algún arma para la protección personal, sin embargo en la mayoría de los países esto tiene consecuencias legales, y por lo general es algo no permitido.
Desde el punto de vista legal, existe el concepto de “legítima defensa” o “en defensa propia” que implica el hecho de haber actuado de manera racional para la protección de uno mismo o un tercero ante una agresión ilegitima. Se debe de comprobar que ante el hecho de haber optado por un enfrentamiento, respondiendo al hecho que fue imposible evitar, teniendo esto como última opción al no poder neutralizar la situación o huir de la misma.
Un arma, legalmente no solamente se limita a un arma de fuego o arma blanca, sino todo aquello que aumenta el poder ofensivo de una persona pudiendo ocasionar lesiones o la muerte.
En el caso del uso de objetos que pudiesen considerarse como armas, legalmente se califica como arma cualquier objeto que carezca de aplicaciones laborales o recreativas y que su uso sirva para agredir. Por ejemplo un cuchillo de cocina puede calificar como arma blanca según la situación.
El verse implicado en una situación de conflicto (aunque uno sea el agredido) con un objeto que califique como arma, conlleva a consecuencias legales y judiciales para el agredido y más aún si el agresor salió herido o perdió la vida por el enfrentamiento, en estos casos en necesaria la intervención de un abogado especialista para la evaluación de la situación y de cómo se desarrollaron los hechos.
Para que se den las condiciones de legítima defensa se requiere, en la mayoría de las legislaciones:
Que la respuesta a la agresión sea proporcionada, no debemos exceder el uso de fuerza.
Que esta se haga para defender la propia integridad o la de personas en peligro, especialmente si son familiares o al cuidado de quien se defiende.
Que se haga en el momento de cometerse la primera agresión y no después como venganza.
No son sólo ataques físicos, sino también atentados contra derechos. Cabe legítima defensa tanto de personas jurídicas como de persona física. Tiene que haber un riesgo real y actual. No basta con que el que se defiende crea que existe un peligro, es preciso que la agresión ilegítima sea probada, no solo figurada. Además el peligro ha de ser actual, la defensa ha de producirse en el momento donde se produce el peligro, si la defensa no es actual no será defensa sino venganza.
Finalmente, se deben tener en cuenta también las circunstancias en las que ocurren los hechos. No es lo mismo defenderse por la noche de un ladrón, que en pleno día, de un individuo nervioso o con sus sentidos alterados por la ingesta de algún tipo de droga. En este caso debemos prever que la justicia puede considerar en algunos casos, que el mismo estaba en inferioridad de condiciones dado su estado y, si causamos daños, deberemos probar que no había otra posibilidad de actuar o reaccionar, mediante testigos y otros medios adecuados.
COMPONENTES DE LA DEFENSA PERSONAL
El estudio de la defensa personal no puede definirse fácilmente con soluciones rápidas, fáciles y demasiado simples. La adquisición de un sentido del control sobre la propia seguridad personal requiere conocimientos y aptitudes o componentes claves. Descuida cualquiera de ellos y tu estrategia de seguridad no estará completa.
PUNTOS VULNERABLES
PARTE SUPERIOR DE CUERPO
Los puntos vitales o vulnerables son sitios específicos del cuerpo que ninguna persona sin importar su sexo o contextura física podrá fortalecer, debido a esto debemos tener conciencia que así mismo como los podemos atacar debemos también protegerlos, a continuación un listado de los principales:
1- OJOS: muy sensibles, además de golpearse con puños, pueden ser atacados con la punta de los dedos y todo tipo de objetos punzantes (recomendable para personas de poca fuerza muscular). También es posible presionarlos contra el borde del hueso orbitario (muy doloroso) o provocar distracciones arrojándoles tierra, llaveros e incluso sólo con el amague para tener un segundo en el que atacar o huir.
2- OIDOS: se puede tirar de los pabellones de las orejas, pero fundamentalmente son sensibles en la lucha al impacto con la palma de la mano abierta (para provocar un aumento de presión que lesione el tímpano).
3- NARIZ: su fractura provoca dolor y lagrimeo, puede ser grave su ataque con la palma de la mano si se insertar los huesos de la nariz en el etmoides.
4- BOCA: su rotura (desprendimientos dentarios inclusive) es muy invalidante, pero no debería ser atacada por la mano desnuda, sino con objetos del medio, o con el codo. También se la puede atacar (por ejemplo, ante un intento de abuso sexual) “enganchando” una o las dos comisuras con los pulgares y “abriendo” de inmediato en dirección a las orejas (cuidando de doblar los dedos en el interior de la boca del atacante para evitar mordeduras).
5- ARTERIAS CAROTIDAS: en los surcos entre la laringe y los músculos esternocleidomastoideos (donde se siente la frecuencia cardíaca), preferentemente, pueden ser atacadas con elementos cortantes, punzantes (muy grave), el filo de la mano (shuto) o estrangulaciones.
6- MANUBRIO DEL ESTERNON: se ataca principalmente para ganar distancia o separarse del agresor, metiendo un dedo en el hueco sobre el esternón y empujando hacia atrás y debajo de éste (probarlo en el propio cuerpo, hasta conocer bien esta técnica).
7- FONTANELA ANTERIOR: se ataca el punto de unión del hueso frontal con los parietales (al igual que la fontanela posterior) con golpes de elementos contundentes o codazo. La potencia en estas regiones puede provocar conmoción cerebral y la muerte por lo que obviamente, se recurrirá a esto como última instancia.
8- ENTRECEJO: aquí se halla el hueso etmoides, especie de esponja ósea con infinidad de vasos sanguíneos, por lo que su fractura (con elementos contundentes) puede provocar una gran hemorragia.
9- LOBULO DE LA OREJA: punzando con los dedos u otros elementos en el nacimiento del lóbulo (en el surco entre el cuello y el maxilar inferior), se puede lograr mucho dolor. Se recomienda probar en sí mismo hasta dominar la técnica).
10- LARINGE: muy susceptible a golpes y estrangulaciones, atacarla puede provocar desmayo y muerte.
11- CLAVICULAS: en la pelea real, se buscará incapacitar al oponente fracturándolas con golpes tipo “shuto, teisho, tsui” o elementos contundentes.
REGION INFERIOR DEL CUERPO
1- PLEXO SOLAR: golpear en él afecta la inervación abdominal que puede llevar al desvanecimiento y, aunque esto no ocurra, provoca incapacitación temporal.
2- TESTÍCULOS: las consecuencias son similares a las del punto anterior, y se ataca esta zona preferencialmente en peleas callejeras, sobre todo con golpes de pie en la distancia larga, de rodillas en la corta, y apretando con la mano en el cuerpo a cuerpo.
3- ARTERIA FEMORAL: se busca el ataque con elementos punzo- cortantes a fin de provocar una seria hemorragia, aunque con golpe con la punta del pie puede causar un desvanecimiento o limitar el movimiento.
4- NERVIO DEL TENSOR: zona a unos cinco centímetros por afuera y arriba de la rodilla, se la requiere para ataques con patadas con el fin de paralizar los miembros inferiores. Para tener una idea acabada del sector, buscar el mismo haciendo presión con la punta de los dedos.
5- ROTULA: se la patea con la punta o taco del zapato, con el fin de dañar la rodilla y reducir la movilidad del oponente. La ventaja de estos golpes bajos, es la rapidez de su ejecución, lo difícil de detenerlos y que provoca un momento de sorpresa para enganchar con otra técnica de pelea.
6- TIBIA: para provocar dolor agudo, también se patea hacia adelante la cara interna de este hueso, donde a la exploración se puede verificar la ausencia de musculatura. También puede golpearse hacia atrás con el talón para defenderse de agarres por la espalda.
7 y 8: DORSO Y DEDOS DE LOS PIES: se los busca con pisotones tanto hacia adelante en la distancia corta, como hacia atrás con el talón para liberarse de agarres. La fractura de los dedos del pie, puede definir un enfrentamiento ya que impide la movilidad.
9- DEDOS DE LAS MANOS: se deben tener en cuenta para romper todo tipo de agarres (hasta de cabello): tomamos cualquiera con una mano y simplemente realizamos una palanca en el dedo con objeto de quebrarlo.
-Posiciones fundamentales de defensa, ataque y desplazamientos:
Las posiciones básicas a adoptar en una situación de defensa será la de “boxeador”, en la que ladeamos ligeramente el cuerpo respecto a la amenaza para proteger los órganos vitales, y elevamos los brazos colocándolos entre el agresor y nosotros con el objetivo de bloquear los posibles ataques y lanzar a su vez los nuestros.
Los desplazamientos se realizarán sin separar demasiado las piernas, para no perder el equilibrio y evitar ser derribados si nos golpean o nos empujan.
Las líneas de movimiento se realizarán hacia los lados y atrás para alejarnos del adversario o mantener la distancia, y hacia adelante para reducir distancia y lanzar nuestro ataque.
-Técnicas de bloqueo y percusión:
La técnica básica de bloqueo consiste en utilizar los antebrazos (no las manos) para detener el ataque del adversario. Esto puede dañar nuestras extremidades, pero el objetivo es evitar un golpe en zonas vitales o el rostro.
La técnica básica de golpeo con el puño tiene dos variantes: el directo o jab, que se lanza con la mano adelantada de forma lineal, y el cross que se lanza con el brazo retrasado, e imprime un movimiento circular aprovechando el giro de la cadera para imprimir más fuerza.
Asimismo, existe una tercera técnica básica que es el uppercut o golpe ascendente, que puede ir dirigido al rostro o al estómago.
-Técnicas de luxación: muñeca, codo y hombro.
La luxación consiste en producir la pérdida de contacto articular en una extremidad, normalmente el brazo o la muñeca, aunque también se puede producir en piernas, hombros y cadera.
Para hacerlo, habremos de asir la extremidad a luxar y realizar algún tipo de palanca, normalmente forzándola en dirección contraria a su línea de movimiento natural
En el caso de la muñeca, se realizaría forzándola hacia fuera con fuerza, normalmente serán necesarias las dos manos para realizarlo.
En el caso de la luxación de codo, la más típica consiste en girar el brazo por detrás de la espalda, o si el adversario está tumbado en el suelo, estirándolo y haciendo palanca contra el hombro.
En cuanto a la luxación de hombro, se realiza haciendo palanca con todo el brazo. Al ser una articulación mucho más dura, normalmente hay que aplicar fuerza con todo el cuerpo
La mejor defensa es mantener una distancia suficiente respecto al enemigo para evitar sus golpes. Si empre es mejor esquivar un golpe que tener que bloquearlo. No obstante, si es necesario, hemos de evitar recibir el impacto en el rostro, el plexo solar o los genitales.
Para lograr esto, mantendremos una posición de guardia, ladeando ligeramente el cuerpo respecto al adversario, y colocando nuestros brazos frente a nuestro torso para bloquear los ataques. Existirán situaciones en las que adoptar este tipo de posición podrá ser considerado amenazador, por lo que podemos optar por mantener una distancia suficiente, incluso situando elementos del mobiliario como sillas o mesas entre el agresor y nosotros, de modo que constituya un obstáculo si trata de atacarnos, y dispongamos de más tiempo para defendernos o escapar.
Ante un ataque frontal, la reacción natural será esquivar de algún modo el ataque, desplazando el cuerpo hacia los lados, o protegernos con las extremidades superiores bloqueando los golpes para que no alcancen la cabeza o el tórax. Existen diversas técnicas de bloqueo en las diferentes artes marciales, diferenciando si el mismo se realiza a nivel alto (por ejemplo, contra un ataque descendente con un palo o similar), medio (habitualmente contra un puñetazo) o bajo (contra una patada).
Frente a un ataque por la espalda, la técnica más eficaz es evitar el ataque, situándonos siempre con la pared a nuestra espalda, o en su defecto algún elemento como un pilar o columna, un mueble, etc. El objetivo es que no puedan sorprendernos por detrás.
Si esto sucede, encontramos dos opciones: que el ataque consista en un golpe, en cuyo caso será prácticamente imposible la defensa ya que probablemente no lo detectemos hasta que no suframos el golpe.
La segunda opción es que traten de agarrarnos, con el objetivo de inmovilizarnos o llevarnos al suelo. En este segundo caso sí que es posible aplicar técnicas de defensa.
Si el agarre se produce por debajo de los brazos, podemos o bien girar el tronco y golpear con un codo al atacante en la cara, o agarrar una de sus manos y, tirando hacia atrás de un dedo, causarle cierto dolor o incluso romperlo, con lo que nos liberarán.
Si e agarre se produce por encima de los brazos de modo que nuestra movilidad es menor, la técnica consistirá en pisar o golpear con una patada en la espinilla al atacante, combinado si es posible con un cabezazo hacia atrás, con lo que presumiblemente el agresor aflojará su agarre y podremos liberarnos, o tener mayor movilidad para aplicar la técnica del párrafo anterior.
Si tratan de agarrarnos de manos o brazos para inmovilizarnos, existen dos defensas principales: si el agarre de produce por la muñeca, girando la misma hacia fuera contra su pulgar, será fácil liberarnos. Si esto no funciona, golpearemos al atacante en el rostro con la mano libre. Si nos agarran por ambas manos, le daremos una patada y seguidamente aplicaremos la técnica antes mencionada.
Ante una estrangulación, la defensa es muy similar al agarre desde la espalda, con la diferencia que disponemos de menos tiempo para aplicarla. En el caso del agarre, el objetivo normalmente es impedir nuestros movimientos o derribarnos. En e caso de la estrangulación, lo que buscan es impedir la llegada de sangre / oxígeno al cerebro, con lo que en unos segundos perderemos el sentido. Por tanto la defensa debe ser lo más rápida y enérgica posible.
Si la estrangulación se produce desde el frente, golpearemos los brazos del agresor de arriba abajo para debilitarle, y seguidamente le golpearemos en el rostro o le daremos una patada.
Si la estrangulación se produce desde atrás, existen varios métodos, por ejemplo ladearnos y golpearle en los testículos, o dar un cabezazo hacia atrás para causarle dolor y que nos suelte. Hay que destacar que una estrangulación realizada mediante la técnica adecuada es muy complicada de deshacer.
-Defensa contra ataques de puño y pierna:
Como comentamos al principio del tema, un ataque frontal debe ser esquivado o bloqueado antes de que nos alcance en órganos vitales. El bloqueo ha de hacerse con los antebrazos, no con las manos, ya que los huesos de la mano son más frágiles y si sufrimos su rotura, quedaremos incapacitados para atacar.
-Defensa contra arma blanca y arma de fuego.
La defensa contra arma blanca:
En el entrenamiento de técnicas de defensa contra cuchillos deberán tenerse en cuenta una serie de premisas, que serán comunes a las diferentes situaciones que se pueden presentar:
- Como una idea común a cualquier tipo de ataque, si es posible, la confrontación deberá evitarse. Pero este principio no deberá tenerse en cuenta, obviamente, en los profesionales de la seguridad, que trabajan para defender a otras personas o bienes ajenos.
- Defendiéndose contra un atacante que porta un cuchillo, siempre que sea posible es importante mantener una distancia segura. Esto obligará al atacante a tener que avanzar un espacio considerable para alcanzar su objetivo, dando al defensor de esa forma tiempo para ejecutar las acciones de defensa, o coger un objeto cercano para usarlo como arma, tales como una silla, un palo, una piedra, …
- Si se dispone de tiempo suficiente, hay que observar el modo en que el agresor sujeta el cuchillo, viendo de esa forma el tipo de ataque que podría efectuar, y pensar, de acuerdo con esto, las posibles técnicas de defensa.
- Debemos tener en consideración que la pierna es más fuerte y tiene mayor alcance que el brazo, por lo que a menudo es preferible defenderse con patadas desde la distancia adecuada para ejecutarlas, sirviendo esta distancia también de margen de seguridad.
- No siempre será posible la ejecución simultánea de la defensa y el contraataque, porque el ataque sea muy sorpresivo o repentino y el defensor está despistado o confiado, o porque el ángulo del ataque nos impide el contraataque simultaneo. En este caso habrá que responder unicamente con una defensa, tras la cual hay que evitar con rapidez el segundo ataque y contraatacar tan fuerte y rápido como sea posible, controlando en todo momento la mano que sujeta el cuchillo.
- En un enfrentamiento contra alguien con intenciones de agredir no siempre se aprecia desde el primer momento que porta un chuchillo, y muchas veces ocultará el mismo. Muchas personas que han sobrevivido de una pelea con cuchillo cuentan que no se percataron de que su oponente usaba el arma hasta que había sido herido con ella. En ocasiones la primera sensación cuando se sufre un ataque punzante con cuchillo es igual que un golpe con el puño, y posteriormente es cuando se aprecia las consecuencias del ataque con arma blanca. Para evitar eso hay que prestar especial atención a las manos del atacante y controlar si lleva algún tipo de arma blanca, y seguidamente hay que intentar apreciar cuál puede ser la dirección del ataque.
Defensa contra arma de fuego:
Esta es una situación de último recurso, ya que es una técnica extremadamente peligrosa y que no siempre es efectiva. El objetivo es apartar el cañón del arma de nuestro cuerpo, asiéndolo con las dos manos, y tratar por todos los medios que no vuelvan a dirigirlo hacia nosotros. Si es necesario habremos de golpear con gran violencia al adversario para eliminar la amenaza.
-Reducciones:
Consisten en bloquear la actitud agresiva del adversario, impidiendo que prosiga su ataque, y suponiendo el paso previo para un cacheo o engrilletamiento. Si el adversario es muy corpulento, puede ser muy difícil realizar esto, en ocasiones será muy complicado realizarlo sin dañar al delincuente. Para ello habremos de utilizar técnicas que causen un alto grado de dolor, por ejemplo mediante el control de la muñeca o presionando puntos vitales si los conocemos.
-Cacheos y esposamientos:
El cacheo es una técnica consistente en descubrir e incautar objetos no permitidos, efectos del delito o medios de prueba, ocultos entre la ropa y el cuerpo de la persona a la que se le realiza. Se puede definir como “la comprobación de las zonas más habituales de ocultación de armas o pruebas delictivas”.
Judicialmente, el cacheo es un acto de investigación policial, consistente en el registro de una persona para poder comprobar si oculta elementos de prueba en un delito.
El Tribunal Supremo ha dictado numerosas sentencias en las que confirma la legitimidad de los registros personales superficiales; aquellos que no suponen inspecciones en zonas íntimas. Estas últimas inspecciones sólo son admisibles si se efectúan previa autorización judicial y si se realiza en lugares que no atenten contra la dignidad de la persona ni supongan riesgo para la salud. La cobertura legal del cacheo se produce en el artículo 282 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal y en el artículo 19.2 de la Ley Orgánica de Protección y Seguridad Ciudadana (LO 1/1992, de 21 de febrero).
Requisitos y normas
El cacheo debe de ser total, rápido, metódico y minucioso, teniendo en cuenta, además de las circunstancias particulares de cada caso, los siguientes extremos:
- Ha de haber razones fundadas para sospechar de la persona que va a ser cacheada. Esas sospechas fundadas han de basarse en una sospecha inicial, cuando hechos concretos permitan suponer que se ha cometido o está próximo a ser cometido un hecho punible.
- El cacheo debe ser realizado por una persona del mismo sexo que la persona cacheada.
- En ningún caso se permitirá un trato degradante con la persona cacheada, como introducir manos o dedos en cavidades corporales. En la medida de lo posible, el cacheo se realizará en lugares apartados de la visión del público.
Como norma general, procede realizar un cacheo:
- Al efectuar la detención.
- Al tener indicios racionales de la comisión de un delito.
- Al contemplar la normativa interna de la empresa los controles de salida en las personas de los empleados.
Sin olvidar que el cacheo ha de ser total, rápido, metódico y minucioso, existen unas normas generales para su práctica, como:
- No apartar la vista del sospechoso.
- No darle nunca la espalda.
- Cachear colocándose detrás del detenido.
- Desequilibrar al detenido.
- Prestar atención a su posible reacción.
De la misma forma, hay unas normas fundamentales en la práctica del cacheo y esposamiento:
– Emplear una sola mano; la otra quedará libre ante la posible reacción del sospechoso.
– Dar instrucciones al detenido de forma clara y concisa. Evitar posibles malinterpretaciones.
– Procurar efectuarlo con alguien que nos proteja y no interferir en su campo de acción.
– No pasar la mano deslizándola sobre la ropa; palpar ésta oprimiendo, con objeto de evitar pinchazos al descubrir algún objeto punzante o cortante de pequeño tamaño.
– Solicitar al sospecho que vacíe sus bolsillos, dando la vuelta a los forros.
– Palpar el pelo y cuellos de camisas o chaquetas.
– Colocarse lo más lejos posible del detenido, por su espalda.
– Situar el arma al lado contrario de la zona a cachear.
– Mantener la mirada a la altura de la vista y cuello del sospechoso.
– No conducirlo a ningún lugar sin haber realizado previamente un cacheo.
Procedimientos para el cacheo y el esposamiento
Una primera clasificación contempla dos modalidades: individual y colectivo.
Cacheo y esposamiento individual
Pueden ser de dos formas: de pared, o sobre vehículo, y en el suelo.
DE PARED O SOBRE VEHÍCULO
- La persona cacheada tendrá los brazos en posición vertical y separados, con las palmas de las manos sobre la pared o vehículo.
- La persona cacheada tendrá las piernas separadas, alejadas lo máximo posible de la pared y con las puntas de los pies hacia fuera.
- La persona cacheada habrá de estar en una posición incómoda, forzada y en desequilibrio.
- Admite la variante de colocar los pies de la persona cacheada uno detrás del otro, situando uno de los pies de la persona que lleva a cabo el cacheo al lado de los pies de la persona cacheada, para desequilibrarle ante una reacción agresiva.
Con la persona a esposar situada en posición incómoda e inestable, con las manos apoyadas en una superficie vertical (pared, vehículo…), se realizarán los siguientes pasos:
- La persona que realiza la acción sujetará las esposas con una mano.
- La persona que realiza la acción procederá a esposar la muñeca del lado por donde finalizó el cacheo.
- La persona que realiza la acción colocará la manilla con un golpe seco en la muñeca.
- La persona que realiza la acción girará el brazo del esposado, por detrás, al centro del cuerpo, quedando el individuo apoyado sobre una sola mano.
- La persona que realiza la acción ordenará al esposado que apoye la cabeza en la superficie vertical y que coloque la mano sobre su cabeza.
- La persona que realiza la acción, manteniendo sujeta la otra manilla de las esposas a la altura de la cintura del esposado, le ordenará que lleve lentamente la muñeca libre hacia su cintura. Esta maniobra supone un riesgo elevado, ya que, en el caso de zafarse, la persona cacheada contará con un arma: las esposas.
- Una vez colocada la muñeca en la manilla, con un movimiento rápido, la persona que realiza la acción la cerrará. Dependiendo de las circunstancias, antes de sujetar la segunda muñeca, se puede pasar la manilla libre por el cinturón del individuo, restringiendo aún más sus movimientos.
SOBRE EL SUELO
- Una modalidad es tener a la persona a esposar con las rodillas en tierra y con las manos en la nuca.
- Otra fórmula es tener a la persona a esposar tendida en el suelo, con las piernas y los brazos completamente rectos y abiertos, sin apoyar el cuerpo en el suelo.
Es preferible evitar estos dos métodos de cacheo y posterior esposamiento, dado el riesgo que podría producirse al revolverse la persona cacheada.
Cacheo y esposamiento colectivo.
Pueden efectuarse sobre la pared o sobre el suelo, siguiendo los mismos pasos que en los individuales, pero, al tratarse de varios individuos, es necesario observar algunas normas fundamentales:
- Procurarse el apoyo de algún compañero.
- Alinear a los sospechosos, uno junto a otro, sobre el suelo o la pared.
- Iniciar el cacheo por uno de los extremos y, una vez de haber finalizado con una persona, obligarla a salir o ponerla en el otro extremo. Continuar sucesivamente con el resto, en la misma forma, hasta finalizar.
- Si se cuenta con el apoyo de un compañero, mientras uno cachea, el otro controla las reacciones de los sospechosos y del entorno.
El esposamiento o engrilletamiento
Es una medida de seguridad que consiste en limitar los movimientos de una persona mediante la sujeción de sus muñecas, utilizando lazos de seguridad (esposas, grilletes…). La Constitución, en su art. 104.1, atribuye a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad la tarea de proteger el libre ejercicio de los derechos y libertades, garantizando la seguridad ciudadana, para lo cual pueden afectarse algunos derechos fundamentales. Es el caso del esposamiento, en los que se alteran los derechos de libertad y libre circulación.
Por otro lado, es ésta una medida ejemplarizante, tanto para la persona a la que se le colocan los lazos de seguridad como para el público que presencia la acción. Se recomienda realizarla no sólo como complemento de la detención, sino también cuando la conducta de la persona sospechosa lo aconseje. Los grilletes homologados para el Vigilante de Seguridad son los denominados ‘de manilla’.
La acción de esposar a una persona conlleva una cierta peligrosidad, ya que el instinto de supervivencia de la persona hará que ésta luche por recobrar la libertad, utilizando los procedimientos que le permitan zafarse de la inmovilización. Es por ello por lo que hay que tener en cuenta una serie de normas a la hora de colocar lazos de seguridad en una persona:
– Se utilizarán los grilletes al efectuar la detención, por delito grave o por riesgo personal.
– Se pueden utilizar, también, para evitar que el detenido se autolesione.
– Una vez esposado, procurar que esta incidencia sea observada por el menor número posible de personas. No exponer al detenido a la vista de otras personas.
– Antes de engrilletar, hay que realizar el pertinente cacheo.
– Hay que tener en cuenta que el engrilletamiento dificulta el movimiento pero no impide la agresión.
– Es un error, para la seguridad del personal de seguridad, esposarse junto al detenido.
– Engrilletar a la espalda. La excepción son las mujeres embarazadas, a las que se esposará, siempre, por delante.
– Es un error engrilletar a la persona a un objeto (poste, farola…) y dejarlo solo.
– Al engrilletar a dos detenidos con el mismo juego de esposas, hay que hacerlo uniendo mano derecha con mano derecha o izquierda con izquierda.
– En el supuesto de menores de edad, se tratará de evitar el esposamiento; en caso de necesidad se llevará a cabo de la forma menos gravosa para el detenido.
Procedimiento para el esposamiento.
Para efectuar el esposamiento, hay que seguir una serie de pasos, como:
- Colocar el detenido con las manos sobre la pared y las piernas separadas y abiertas, provocando un cierto desequilibrio en el sospechoso.
- Ordenar al detenido, de forma clara y concisa, que ponga la mano derecha en su espalda, con la palma hacia afuera, colocándole un grillete.
- Indicar al detenido que se apoye con la frente en la pared y que pase su mano izquierda a la espalda, con la palma hacia afuera, colocar el otro grillete.
- Se comprueban la presión de los grilletes y de los seguros.
Tipos de esposas.
Existen en el mercado diferentes tipos de esposas:
– Grilletes. Elementos metálicos de sujeción de muñecas o tobillos, unidos entre sí por medio de cadenas, bisagras… Cuentan con cerradura.
– Manillas o bridas de sujeción. Elementos de plástico de sujeción de muñecas o tobillos, consistentes en tiras de plástico que se introducen por los extremos de ellas.
– Lazos de seguridad. Elementos de nylon y plástico, para la sujeción de muñecas. Son desechables y aconsejables cuando se sospecha que la persona a detener puede ser portadora de gérmenes infecciosos y contagiosos.
– Grilletes de pulgares.- Anillas de sujeción que se pueden utilizar para inmovilizar a la persona con las manos por delante; es un instrumento muy utilizado en la protección de personalidades.
– Correa de la defensa.- Cuando se carece de otro medio, la correa de la defensa puede ser utilizada como elemento de sujeción.
-Técnicas de empleo de la defensa.
La defensa reglamentaria puede utilizarse tanto para contener a un individuo, usándola como barrera entre él y un obstáculo, como para bloquear golpes dirigidos hacia nosotros con diferentes objetos, y finalmente para golpear a un sujeto con el objetivo de reducirlo. En este último caso, hay que tener muy en cuenta que, aunque la defensa es semirrígida y posee menos poder lesivo que otras armas contundentes, puede ocasionar graves lesiones. Si no podemos justificar estas lesiones, el Vigilante de Seguridad podría ser acusado del delito correspondiente.
Golpes prohibidos:
Es difícil concretar, de una forma determinante, cuáles de los golpes que se pueden efectuar con la defensa son o no prohibidos, dependiendo su utilización de una serie de circunstancias específicas en cada caso; de forma general, se pueden admitir como prohibidos, o con alto riesgo de producir lesiones irreversibles, los siguientes:
- Golpes dirigidos a la cabeza de forma contundente; sobre todo, si son efectuados con la empuñadura. En la cabeza se encuentran no solo el cerebro, órgano muy delicado que puede sufrir daños irreversibles con agresiones de poca entidad, sino también los diferentes sentidos (oído, vista, olfato), los cuales también son muy delicados. La pérdida de un ojo, por ejemplo, es muy común y constituiría un delito de lesiones penado con prisión.
- Golpes sucesivos contundentes efectuados en el suelo y una vez que el agresor ha depuesto su actitud. Una vez ha cesado la agresión por parte del atacante, es casi imposible justificar la continuación del ataque por parte del Vigilante, por lo que deben cesar de inmediato.
- Golpes efectuados cuando el agresor ha sufrido la pérdida del conocimiento. Igual que el punto anterior.
- Ataques incontrolados a órganos como el hígado, el bazo, riñones o genitales. Estos golpes pueden llegar a causar la muerte.
Por otra parte, los golpes permitidos son principalmente aquellos dirigidos a las extremidades, especialmente las superiores para desarmar al atacante, y las inferiores para derribar al sujeto.
-Características de la defensa.
La defensa es uno de los instrumentos básicos de los que dispone el Vigilante de Seguridad para ejercer acciones impositivas llegado el caso, con el objetivo de solucionar conflictos que revistan un especial grado de violencia. Su uso debe limitarse al último recurso, y emplearla de modo racional y proporcionado, golpeando solo en lugares en los que el daño no llegue a ser fatal para la otra persona.
Sus características básicas están establecidas reglamentariamente, concretamente en el artículo 86.2 del Reglamento de Seguridad privada:
Artículo 86. Arma de fuego y medios de defensa.
- El arma reglamentaria de los vigilantes de seguridad en los servicios que hayan de prestarse con armas será la que determine el Ministerio del Interior.
- Los vigilantes de seguridad portarán la defensa que se determine por el Ministerio del Interior, en los supuestos que asimismo se determinen por dicho Ministerio.
- Cuando los vigilantes en el ejercicio de sus funciones hayan de proceder a la detención e inmovilización de personas para su puesta a disposición de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, el jefe de seguridad podrá disponer el uso de grilletes.
- En los supuestos previstos en el nº 9 de la letra c del apartado 1 del artículo 81 anterior, los vigilantes de seguridad privada podrán portar y usar armas de guerra para la prestación de servicios de protección de personas y bienes, previniendo y repeliendo ataques, con las características, en las condiciones y con los requisitos que se determinen, de manera conjunta, por los Ministerios de Defensa y de Interior.
Encontramos más información en la Orden de 7 de julio de 1995:
Vigésimo sexto. Medios de defensa y su utilización:
“La defensa reglamentaria de los Vigilantes de Seguridad será de color negro, de goma semirrígida, forrada de cuero, y de 50 centímetros de longitud; y los grilletes serán de los denominados de manilla.
-Causística de su utilización.
La defensa está diseñada como elemento de protección e intimidación, ante un ataque o situación de riesgo. El objetivo del golpe es que sirva como medio, no como fin, por lo que los impactos irán dirigidos a zonas no vitales del cuerpo.
Su utilización puede suponer el desarmar al agresor y eliminar su resistencia o ataque; su simple exhibición, o acto de empuñarla, coacciona al agresor o identificado, limitando sus intenciones agresivas.
Numerosas sentencias del Tribunal Supremo estiman que el uso de la defensa, por parte del personal de seguridad, es completamente legal, siempre que se den las siguientes circunstancias:
- Que la actuación del sujeto sea propia de su función.
- Que esta función sea lícita y la ejerza con los requisitos legales y reglamentarios.
- Además, para acudir a las vías de hecho, que se le plantee al sujeto activo una situación de violencia.
- Que los medios empleados sean racionalmente proporcionados.
- A ello hay que añadir, obviamente, que el sujeto actúe en un ámbito privado para llevar a cabo la acción.
- Que la agresión y la respuesta guarden una proporcionalidad.