La gestión de servicios de seguridad privada son las herramientas y metodologías aplicadas por el Director de Seguridad para velar por un buen trabajo. En general, son todas aquellas pautas correctamente utilizadas para lograr los objetivos planteados en materia de resguardo. Dicho de otra forma, es un plan de acción que garantiza la protección tanto del patrimonio como personal.
Este tipo de servicios deben llevarse a cabo de forma coordinada y siguiendo un sistema estandarizado. A través de la figura del Director de Seguridad conjuntamente a lo aprendido en su formación, se generan las conexiones ideales para este fin. Por medio de una gestión que valga la pena, se prioriza un servicio más eficaz y capaz de reaccionar rápidamente ante inconvenientes.
¿En qué se basa la gestión de servicios de seguridad privada? Conociendo su planteamiento
Para que la gestión de los servicios de vigilancia o seguridad privada sean un éxito, deben regirse a un planteamiento base. Este mismo es aplicado por el Director de Seguridad encargado quien, además, es el responsable de velar por cumplimiento del mismo. En esencia, esta estrategia está conformada por los siguientes aspectos:
Factores que condicionan los riesgos
El planteamiento de la estrategia para la gestión de estos servicios arranca con la identificación de los tres factores que condicionan los riesgos. Estos se encuentran presentes en la mayoría de los problemas asociados a situaciones adversas que ponen en peligro la productividad de una empresa.
- En primer lugar, se describen los propios agentes externos al medio local a salvaguardar. Llámese actos antisociales, amenazas, daños estructurales, perjuicios personales y toda aquella causalidad desencadenante de situaciones desfavorables.
- Como segundo lugar, se toman en cuenta las personas receptoras o sujetas a padecer estos riesgos. Una buena estrategia o planteamiento engloba con exactitud todos aquellos personajes susceptibles a daños y pérdidas sensibles.
- Por último y como tercer lugar, se hace énfasis en la localidad, ambiente o entorno laboral donde se desempeñan los servicios de seguridad privada. Mientras se aplique un buen planteamiento, estas áreas permanecerán resguardadas o etiquetadas con base en su porcentaje de riesgo.
Evaluación, identificación y análisis
Una buena gestión de servicios de seguridad privada en conformidad con su planteamiento evalúa, identifica y analiza. Estos tres verbos son los pilares de la metodología aplicada por un Departamento de Seguridad o empresa relacionada con este rubro.
Al final de cuentas, se construye un plan de acción contra las amenazas definidas que abraza, igualmente, una estrategia para la protección de vulnerabilidades. Por ende, es blindado tanto el frente como la retaguardia en todo momento.
Creación de una fuente de datos
La evaluación, identificación y análisis empresarial para la gestión de riesgos conlleva a la creación de una base de datos pertinente. Esta será la bitácora o herramienta catálogo de prestigio para respaldar el planteamiento del problema, así como el plan de acción.
Con esta base de datos, los servicios de seguridad privada mantienen una organización sistemática y organizada en todo momento. Adicionalmente, estará respaldada por los sistemas informáticos de cabida para lograr una adecuada aplicación en cada caso.
Finalmente, permitirá llevar a cabo todo tipo de tareas y simulaciones necesarias a fin de crear variantes ante cualquier escenario hipotético. Dicho de otra manera, esta fuente de datos es el camino a seguir para saber cómo, cuándo y dónde ejecutar decisiones acertadas en seguridad.
Gestión del Director de Seguridad frente a su departamento. ¿Cómo se organiza para ello?
La gestión de servicios de seguridad privada está encabezada por el Director de Seguridad en su respectivo departamento. Sabiendo cómo está creado y estructurado este elemento podrá organizarse acorde a la premisa a abarcar.
- El servicio de vigilancia debe estar organizado en pro de prevenir las situaciones desfavorables que amenacen al entorno empresarial. De esa forma, vela por sus propios intereses y objetivos en beneficio de la seguridad integral.
- Por otro lado, su correcta ordenanza prevalece sobre cualquier escenario y lucha para abolir las causas desencadenantes. Así pues, siempre se posiciona un paso delante de cualquier eventualidad nociva o poco productiva.
Prestación del servicio
Además de velar por una organización acorde a lo que se precise, el Director de Seguridad debe estar al tanto del cumplimiento de aspectos legales. Para que la prestación del servicio sea efectiva, debe estar supeditado tanto a Ley como el Reglamento de Seguridad Privada.
En ese sentido, aquellas corporaciones inscritas en el Registro de Empresas de Seguridad de la Dirección General de la Policía podrán ejercer. Por otro lado, deben contar con el aval del Ministerio del Interior para concluir su fundamentación.
Realización efectiva del servicio
Otro aspecto relacionado con la organización para la gestión de seguridad privada y todos sus procesos es la realización efectiva de estos servicios. Para el cumplimiento de este paso, la empresa asigna a los responsables pertinentes para la ejecución del resguardo o vigilancia.
Cabe destacar que esta eventualidad también está sujeta a inmediaciones legales de relevancia. En ese sentido, los vigilantes implicados deben cumplir con ciertos requisitos establecidos por el Ministerio del Interior. Sumado a ello, estos deben estar en posición de su Tarjeta de Identificación Profesional para trabajar bajo metodologías de gestión de servicios de seguridad privada.
Gestión de servicios de seguridad privada para el correcto cumplimiento de funciones de los vigilantes
Una correcta gestión de estos servicios se responsabiliza de velar por cumplimiento de las funciones de sus asociados. Partiendo desde el Director de Seguridad, este es quien delega y autoriza dichas capacidades siempre respaldadas por la ley.
Dentro de lo que respecta al Reglamento de Seguridad Privada en su artículo 71, plasma las atribuciones de los vigilantes. Como consecuencia, se evitan confusiones o malas prácticas producto del desconocimiento.
- Controles de identidad sin retención de bienes o documentos personales para minimizar el riesgo de actos delictivos.
- Retener o inmovilizar a aquellos quienes desestabilizan el orden y la organización para luego ponerlos a la orden de los cuerpos de seguridad indicados.
- Control y correcto uso de los sistemas de alerta, así como protección de almacenes, vehículos, capital, valores y objetos valiosos en todo sentido.