Ocurrió el 11 de julio de 2017. La víctima una joven inglesa de 19 años, conoció a quien seria su agresor, un hombre de 37 años, según a considerado la Audiencia provincial. Fue en una conocida discoteca del centro de la capital Malagueña. A pesar de no comunicarse verbalmente lograron entenderse y comenzaron a bailar juntos y besarse en la pista de baile.
Serian las 4 de la madrugada cuando la joven pregunto por los baños, él la acompaño. Cuando estuvieron los dos en los baños el joven que la acompañaba entro en los servicios tras ella de forma repentina y cerro la puerta, él la agarro con fuerza y la volteo le levanto el vestido y comenzó la violación, según indica la resolución judicial, contra la que cabe recurso.
El fallo indica que el ahora condenado llevó a cabo la agresión sexual mientras ella le pedía «insistentemente» que parara, diciéndole «stop, stop», mientras lloraba de forma desconsolada. Él, en cambio, hizo »caso omiso« a sus ruegos y la sujetó con fuerza por la cintura y las piernas, según la sentencia.
Después de esto, el hombre abandonó rápidamente el servicio y ella se quedó un minuto más dentro del baño. Al salir, la joven inglesa se lo contó a un amigo, quien lo comunico al portero de la discoteca y este se lo hizo saber al vigilante.
El vigilante de seguridad hablo con la joven. Esta le conto lo que había ocurrido y entonces fue el vigilante de seguridad quien busco al “agresor” de la joven que según ella aun se encontraba en el establecimiento.
Con la ayuda del portero del local, sacaron a varios sospechosos fuera para que la joven lo identificara con claridad pero ella se retractaba. mientras tanto el vigilante de seguridad se comunicaba con la policía que acudía rápidamente. Cuando estos llegaron se le tomo declaración la chica agredida y los presentes allí en ese momento , al mismo tiempo que se dio paso a activar el protocolo establecido para estos casos.
Al día siguiente se le volvió a tomar declaración y comenzó una investigación, citando a testigos, revisando cámaras de seguridad y esclareciendo lo ocurrido.
Después de una exhaustiva investigación lograron dar con el autor de los hechos quien la chica identifico. Este tuvo algunas contradicciones en su declaración pero reconoció que tuvo un encuentro sexual consentido en todo momento y que ella misma le agarro del brazo para entrar en el baño, que no manifestó ninguna negativa.
La víctima mantuvo su versión tanto en comisaría como en el juicio, en el que declaró por videoconferencia debido a la situación sanitaria. La chica llegó a manifestar que, cuando él entró en el baño, pensó que seguirían besándose o incluso que le tocaría el cuerpo, a lo que ella, según dijo, no se habría opuesto, ya que él le pareció «buena persona», refleja la resolución. Pero que en ningún momento accedió a continuar, sino que, por el contrario, se opuso con vehemencia y se resistió «físicamente» a la violación, que según ella no pudo impedir por lo reducido del habitáculo.
La Joven después de ello se marcho a su país inmediatamente. los informes indican que sufrió moratones con la forma de agarre de una mano en la cara interna del muslo izquierdo también padece un daño psíquico y actualmente se encuentra en tratamiento.
Finalmente entre las contradicciones de los relatos de ambas partes, el tribunal provincial le dio la razón a la joven considerando que los hechos ocurridos constituyen un delito de agresión sexual, por lo que la pena para el condenado será de 6 años de cárcel y la prohibición de comunicarse con la victima durante 11 años además de hacer frente a una indemnización de 15.000e por lesiones y daños.
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